Somos peces buscando su coral y desandando los océanos
Me desanclé nada más que para navegar por las olas de tu rostro.
Mientras me ponía a la sombra de los libros (nunca quema el sol bajo los párrafos).
Y me entregaba a la tinta de tu verbo insólito y destejía tu sintaxis.
Pobre Penélope, virgen sin estatua.
Pobre Penélope, que nunca pudo vagar, ni bajar a las profundidades de la gruta ni ser ella la Maga.
Mejor volver a Ítaca que estar en Ítaca. Mejor haber ganado la batalla a los cíclopes que quedarse en casa viendo cómo el agua hincha el arroz y cómo se seca el pan de ayer y el de mañana.
Mejor tener las manos temblorosas que no haber muerto jamás de frío.
Solo los dioses saben que los mares están llenos de las lágrimas de los hombres que viven y han vivido.