domingo, 23 de marzo de 2008

Poema fraccionado (y van tres)


antes de hablar de modigliani y mi reencuentro con los pacientes museos madrileños y antes de irme con la maga (otra vez) para confirmarme en mi fe en la buena literatura (ay, cortázar), terminaré el poema fraccionado de amadou lamine. senegal! ahí va, como un buen ron en una noche de piratas...


(...)
y que no entrarán en la vida por la puerta grande
del dinero y la insolencia
ni por la de la vanidad y la cobardía
ellos no serán ni los primeros entre los villanos
ni los últimos entre los asesinos
y te juro que sus corazones los llevarán al altar de la
luz
cómo estoy de cansado ahora
manthie me hubiera gustado tanto mentirte
decirte que no hay niños hambrientos en ningún lugar de la tierra
que ninguna madre llora a su hijo despedazado por las bombas
de un piloto tranquilo
que ninguna viuda se hunde en el dolor del cadáver
ajeno a su amor
que ningún mendigo espera en vano la limosna enredado entre
sus harapos en un rincón de la calle eterna
mentirte decirte
que ningún hombre lleva en él la emoción terrible del exilio
mentirte mentirte Manthie mentirte
ni Apartheid
ni Soweto
ni Jones-Town
ni ejército en brigadas rojas
ni septiembre negro
ni el Líbano como un inmenso pastel sanguinolento
ni el pueblo errante de una Palestina sin tierra
ni Israel de historia perseguidora perseguida
mentirte
para que no conozcas nunca el odio
para que no conozcas nunca sus manos homicidas
para que no sorprendas nunca el delirio de las fieras.

para que no frencuentes nunca el orgullo de la locrua que sale de
sus grutas heladas.
mentirte Manthie
para amarte con inocencia
oh yo sé
sé que has conocido días sin luz
noches negras en que tropezaste con las trampas de los hombres
entre sollozos de serpientes desolladas
pero hoy
sobre el ala inmaculada de tus párpados de nuevos dorados
nunca se posará el pútrido beso
Manthie las estrellas que titilan encima de los techos
de paja
las lunas que se encienden encima de los graneros
de mijo
no devuelven el mismo brillo que hay encima
de las terrazas bermejas
ni la misma mirada bendecida sobre
las mesas
donde se amontona el pan y humea el paté
Manthie ven ahora antes de que se acode en los flancos de
sus hijos ya seniles
el sueño inválido que habitó a sus padres
con deseos de dominación
no se dispara sobre un pueblo que ora...

sobre mi hombre desnudo y negro
Manthie regresa a posar tus sueños de arena fina
regresa
regresa y tiéndeme tu voluptuosidad de fragancia sin precio
tu gran mirada donde preparo
los inmensos insomnios de los cantos solitarios
quiera dios que regreses hija de la noche
y que al lado de tus pestañas a la sombra blanca de tu corazón
vea mañana la candela de mi pueblo
y del mundo
arder en el altar de los grandes destinos
bajo el arco en flor del AMOR
de la PAZ
de la LIBERTAD




nota 1: mientras escribo y releo, escucho wish you were here, de pink floyd,
nota 2: brindo por los que no corren cuando llueve, aquellos a los que no les importa mojarse
nota 3: la fotografía es de alejandro delgado, de su serie "gambia"

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