el principio no lo es todo pero cuando escribo el primer párrafo me siento balzac (homenaje a monterroso, que me cayó bien en aquel hotel de madrid)
el capitán no tiene barco. todos los días se levanta a las siete de la mañana y mira el buzón. pero el capitán tampoco tiene quien le escriba. se fue a vivir a iquitos junto a ella, que se quedó con él nada más verle. cuando su cara se cubrió de moscas y los artistas llegaron como buitres con sus cámaras, se acordó de gregorio samsa y se encerró en aquella casa tomada
1 comentarios:
Haces sonar la sirena de tu barco, y todos acuden a la cubierta a bailar al son de una mar de músicas.
¡Prodigioso poder de convocatoria!
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