cuando lo que te ronda por la cabeza sale de tu cabeza

de la misma factoría que sale un poema sale un vestido, unas cortinas, las funda de un sofá,
un castillo de cartón, las armas para velar, un bizcocho, la capa de un caballero medieval de cinco años, un peter pan que quiere volar y vuela, el comienzo de un relato, un artículo y otro poema... y todo es lo mismo (o quiere serlo)