martes, 14 de mayo de 2013

Rimbaud se pierde en el mar; se encuentra en una noche sin fondo

Hoy Rimbaud amenaza con no bajar al infierno.
Está herido por el trigo y el viento vuelve a bañarle la cabeza.
La tierra no es un pañuelo para las lágrimas del poeta que viaja en un vagón de tren con asientos azules.
El mar es la lágrima inmensa. El gran llanto del hombre que se detiene a acariciar la piedra.
Hay una araña perdiéndose en el cuello. Y un beso haciéndose pequeño para caber.
Tú remabas en la arena antes de tumbarte sobre el mar.
Yo veía peces de oro caminando sobre las aguas,
mientras la isla balanceaba sus orillas.
No vuelvas a derramar abril sobre mis brazos
con el estrépito de los pájaros que cantan.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio