miércoles, 25 de febrero de 2009

las cosas se tuercen porque no quieren estar rectas

el coche no quiso seguir más, muchos, tantos, demasiados kilómetros,
equivocaste el color de la pintura,
perdiste el pájaro que se escapó de un cuadro (matisse!) y se hizo un broche pegado a una solapa,
te quedaste dormido el día D,
no sonó la canción que tenías preparada, la número trece,
te dieron con las puertas del museo en las narices a ti, que sólo querías ver,
se te acabó el dinero, ahora que sabías lo que, en verdad, querías comprar,
te perdiste entre la multitud y cuando te encontraste ya era tarde, pero ¿para qué?
se hizo de noche y no pudiste ver el mar,
tuviste que volver a hacer la rotonda porque, definitivamente, no sabías la dirección,
no acertaste en la elección del vestido,
los pantalones se rompieron por la parte más débil, también los pantalones,
...

dijiste (yo te oí): son cosas que pasan.

lunes, 2 de febrero de 2009

dámaso alonso, mujer con alcuza, ¿quién conducía el tren?, el capitán gulliver recuerda la temporada que pasó con rimbaud en el infierno

después de tomar su sopa Campbell, y sentado en la habitación de hotel al más puro estilo Hopper, en medio de una frialdad sólo aparente, al capitán Gulliver no se le ocurrió otra cosa que imaginar que iba a bordo de un barco sin timón...