martes, 30 de marzo de 2010

el impresionismo no tiene nada que hacer con el vorticismo






mientras la multitud hace cola para ver la exposición de los impresionistas en la fundación mapfre en el corazón museístico de la gran ciudad, el vorticista wyndham lewis espera en soledad que le visite alguien en el residencial barrio de salamanca más al norte. el impresionismo suma adeptos mientras los profanos se preguntan qué es el vortice y en suma el vorticismo.
confieso que me llevé el retrato de james joyce, la cabeza del artista antes de pintar (y todo lo que tenía dentro), la dama in blue y dos cuadros cuyos nombres no quiero ni recordar. ahora no sé dónde guardarlos. una vida como lo suya, llena de entregas manifiestas a causas variopintas, no podía sino mancharse con la pintura de una obra ¿abigarrada?, disconforme, heterogénea, ortodoxa por vanguard-ista.
lewis se pierde entre adjetivos, mientras torres de objetos apuntan al cielo y mujeres y más mujeres quieren ser (y son) retratadas

martes, 16 de marzo de 2010

el título no es sólo un título

¿por qué truman capote título su obra "el arpa de hierba" y no "la casa del árbol"? hay escritores que hasta se juegan los títulos a las cartas. los primeros que me vienen a la cabeza, como quería breton, sin pensar, automáticamente: "la soledad era esto", "¿por quién doblan las campanas", "donde da la vuelta el aire", "de cronopios y de famas", "alfanhui", "memorial de convento", "la insoportable levedad del ser", "extraños en un tren"...

lunes, 8 de marzo de 2010

una mujer con sombrero como un cuadro del viejo van dongen

sólo que no es la de chagall. la mujer con sombrero es de ese pintor holandés llamado van dongen (coincidió con picasso en el célebre bateau-lavoir) ... a quien tanto debemos

por lo demás: "una mujer innombrable huye como una gaviota y yo rápido saco (seco) mis botas, blasfemo una nota y apago el reloj, que me tenga cuidado el amor... que le puedo cantar su canción" (suma y sigue)

sábado, 6 de marzo de 2010

las casas de cuento no sólo están en los cuentos


hay casas que parecen de cuento, atravesadas como están por barras de ¿chocolate? por eso no no nos atrevimos a llamar a la puerta. si nosotros éramos hansel y gretel, ¿quería decir eso que dentro estaba la bruja? entonces nos adentramos en el bosque, un bosque húmedo, habitado por unos duendecillos inquietos que no paraban de saltar a nuestro alrededor y que finalmente nos siguieron hasta lo alto de aquel castillo roto. el viento furioso soplaba. y aunque no podíamos comprender su furia, optamos por refugiarnos entre piedras centenarias, mientras el río amenazaba con desbordarse. los duendes de nombre propio se llenaron las calzas de barro y con las manos y los pies sucios buscaron el mejor camino de regreso, el que nos llevó al teatro y a la música en un país del norte que sí sale en el mapa. porque ni todo lo que existe está escrito ni todos los caminos son conocidos.