domingo, 29 de diciembre de 2013

Hay un reloj que sabe que el tiempo vuela

Está delante de ti como una verdad a la intemperie.
La voz esa que pudre tu silencio y amarga tu palabra.
La densa niebla de tu mente abierta en canal.
Así es la herida en el vientre, la grieta en la tierra, el pan quebrado en su frente.
Es el corazón taladrado por la dulzura del abrazo.
El agujero negro de tu cielo por donde solo puede entrar la luz.

Estoy oyendo a mis pensamientos hablarme al oído.
El viento se arma de valor y compone su furia allá fuera donde están las cosas
Pero mis pensamientos se encabalgan como versos y se nutren como flores.
Te dije: No hay que temer al llanto sino a la risa.
Estamos cruzando un río sin orillas.
O acaso sea ya todo una ribera.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

Un día te levantas y todo es desconocido

Amanece, dices, cuando el sol se pone.
Te has cansado de llorar la estulticia, cansado de tender la mano y esperar la lágrima.
Las bocas sedientas están clamando la hora de sus fuentes.
Manantiales donde el hombre quiere siempre bautizarse.
Jordanes como venas mutiladas en los brazos desarmados.

Nos faltaba el desierto, a nosotros que teníamos el agua
El reino de la tierra, escucha, es lo que buscábamos.
Pasamos mucho tiempo al amparo de nuestros deseos.
Enaltecidos por los sueños y sacrificados en los altares obscenos de la carne.
Pero la desnudez que cabalga a lomos de una bestia nos protegía del viento y su oquedad.
Todo se llenó de relojes inexactos, máquinas estropeadas y lenguas incandescentes.
La irreverencia se quitó el sombrero delante de nuestras narices.
Callamos los gritos que han parido los lobos en sus campos.
Robando al silencio su cosmética de estrellas.
Su cínico alimento de migas de pan para los pájaros.


lunes, 2 de diciembre de 2013

Tú quieres un sol que ponga a secar tu ojo inundado

No hay geometría en nuestras formas.

Las paredes que nos sujetan soportan una avaricia amable casi redentora.
Hoy vengo con un pan debajo del brazo.
Vinimos a devolverle a la vida un traje usado: de payaso, no de cobrador de impuestos.
Devolverle a la tierra el dolor de su parto y sus lágrimas que terminarán haciéndose árboles.


Hay infancias recuperadas como hay paraísos recuperados.
Niños que vuelven a llevarse lo que es suyo.
Recuerdas los puertos a los que llegaste en mares soñados.


Fuimos pájaros confundidos con el viento.
Las estrellas de la noche que el día esconde en cielos sucesivos.
Fuimos el sol al que la lluvia moja inútilmente
El agua robando la fertilidad del vientre caracoleado de los campos.
Solo ensanchándonos pudimos pasar por los callejones.



Ha vuelto a llover sin nubes sobre nuestras cabezas.
La arena se lanza otra vez sobre esas manos y quiere caer entre sus dedos.

Hace falta mucha luz para mirar la noche.